'El de siempre'. Ese bien puede ser el segundo nombre o el apodo de Lionel Messi para este Barcelona. Porque Messi volvió a ser 'el de siempre' porque, como siempre, apareció en los momentos clave en otro partido espeso del Barcelona. El argentino, con un 'hat trick', se bastó para derrotar al Leganés y para poner al Barça cada vez más cerca de la Liga.

Hubo rotaciones en el once de Valverde, pero Messi no fue una de ellas para desgracia del Leganés. Porque Messi es Messi. Porque, aunque parezca en baja forma o tocado, un poco de Messi es mucho de cualquier otro jugador. El argentino volvió a ser clave en otro de esos partidos del Barça tan habituales esta temporada.

Uno con el control del balón, pero con poca claridad de ideas arriba y con poca mordiente. Uno que el Leganés se tiró, durante la primera parte, persiguiendo el cuero mientras su rival lo movía. Pero Cuéllar estaba tranquilo, al menos hasta que Messi cogió la pelota.

Cuántas veces hemos visto ese 'penalti' desde la frontal del área para el argentino. Otra falta, otro sucedáneo de disparo desde los once metros para Messi. El 10 colocó la pelota y, con sutileza, la puso imposible para el arquero pepinero. Todo se ponía de cara para los culés, más aún cuando Messi batía de nuevo a Cuéllar tras un preciso pase de Coutinho.

Y poco más, porque fue otro de esos partidos del Barça. Uno en el que, quizá por cansancio o porque sí, se dedican a ver qué pasa en vez de finiquitar a un rival que nunca se dio por muerto. El Leganés, sin demasiado, fue empequeñeciendo a los locales y Valverde ya se temía lo que podía pasar.

El Zhar, con un tiro duro que tocó levemente en Vermaelen, castigó al somnoliento Barcelona y dejó todo abierto cuando quedaban aún 20 minutos de encuentro. Pudo ser distinto si Messi hubiera atinado con una vaselina ante Cuéllar, pero el portero, jugándose la roja por tocar el balón con las manos fuera del área, solventó bien la papeleta.

Así que el Leganés siguió, con no demasiado, exigiendo máxima atención a un Barça que no cerraba el partido. En jugadas a balón parado o en combinaciones, los pepineros tenían en vilo a un líder que, de nuevo, se agarró a Messi. Otra vez apareció para, con un control quizá con la mano y un sutil toque, dar tranquilidad en los minutos finales.

El Barça, con un partido a lo Barça 2017-18, se agarró al verdadero factor determinante de la Liga. Se agarró a Mess, al mejor jugador del mundo, para derrotar a un combativo Leganés que tuvo en vilo al Camp Nou. Qué sería del título, y de este equipo, de no estar Lionel Messi. Todos pueden rotar. Todos... menos él.