13 meses han pasado desde que el Bayern de Múnich le endosó un contundente 2-8 al FC Barcelona en cuartos de final de la Champions League. Poco más de un año después, las sensación de superioridad del conjunto germano ha sido muy similares.

El cuadró culé saltó al Camp Nou con un planteamiento de cinco defensas con el objetivo de, parecía, defenderse de un Bayern al que Ronald Koeman preconcebía como muy superior.

Y, de hecho, así ha sido. Ter Stegen, el mejor del Barça sobre el verde, evitó una goleada mayor que no pudo paliar una defensa con Piqué, Araujo y Eric García en el eje.

El once, con debut incluido de Luuk de Jong, sorprendió dado que el dibujo era inédito en la presente temporada. El Barça buscó aguantar las arremetidas bávaras y salir a la contra en botas de Depay, pero al ex del Lyon le borraron del encuentro entre un sublime Upamecano y el siempre contundente Süle.

La suerte, hilada con el empeño, terminó por aliarse con el cuadro visitante, que tras un disparo de Müller que tocó en Eric García encontró el primer tanto del encuentro.

El 'run run' comenzaba a sonar en la zona noble del Camp Nou, así como los fantasmas del pasado que inevitablemente hacían recordar la goleada de hace dos temporadas.

A pesar de la superioridad manifiesta del conjunto de Julian Nagelsmann, el Barça llegó al ecuador del encuentro con 0-1 en contra y toda la segunda mitad para redimir sus errores y dar la vuelta al encuentro.

Nada más lejos de la realidad, Koeman siguió en sus quince y mantuvo a los mismos once futbolistas sobre el verde. ¿El resultado? Mismo empuje del Bayern, que fruto de la insistencia y las repetitivas ocasiones volvió a perforar la puerta de Ter Stegen poco antes de llegar a la hora del encuentro después de que Lewandowski aprovechara un rechace dentro del área.

Con 0-2 en el luminoso, Koeman se encomendó a la 'nueva guardia' para tratar de agitar la coctelera del partido. Con los jóvenes (e inexperimentados) Balde, Gavi y Demir, el equipo germano continuó asediando la portería azulgrana hasta que Lewandowski, esposo del gol, volvió a ver puerta en el 85'.

Malas sensaciones del FC Barcelona en el primer partido con seria exigencia de la temporada. 13 meses después, y sin Leo Messi, Luis Suárez y Antoine Griezmann, el cuadro culé parece ir a otra marcha de la élite europea sin ni quisiera tirar a puerta. Si Koeman decía hace unas horas que gracias a él el Barça tiene futuro. Pues bien, el neerlandés tiene, y mucho, que preocuparse más por el presente.