El Barça se puso el traje de gala en la final de la Copa del Rey. Los azulgranas pasaron por encima del Athletic practicando un fútbol exquisito y ganando por 0-4 en La Cartuja gracias a los goles de Griezmann, de De Jong y de Messi, con dos goles.

Pocas opciones, por no decir ninguna, tuvo el Athletic ante posiblemente el Barça más completo que se ha visto en toda la temporada. Tan solo Iñigo Martínez, en una acción a balón parado, estuvo cerca de batir a Ter Stegen. Fue un espejismo. Un oasis. Los culés, incluso a pesar de dicha acción, estuvieron excelsos.

De hecho, antes de dicha ocasión Frenkie de Jong estuvo muy cerca de batir a un Unai Simón al que el tiro del holandés ya había superado. Le salvó el palo. Solo la madera fue capaz de frenar a un Barça que tocaba y que llegaba sin oposición al área del arquero vasco.

Porque el sistema de Marcelino nunca puso en apuro alguno a un equipo que se divirtió en una primera parte a la que solo le faltó el gol. De Jong, impresionante. Dest hizo lo que quiso por la derecha. Griezmann, libre. Y Piqué, atrás, imperial.

Faltaban goles... y llegaron todos a la vez

Pero faltaba el gol. Gol que llegó. O, más bien, goles que llegaron. Llegaron todos a la vez, como cuando aprietas un bote de ketchup y de repente sale todo de golpe. Primero fue Antoine Griezmann, quien mandó a la red un pase preciso de De Jong. Luego, el holandés, tras un centro perfecto de Jordi Alba. Y luego, dos de Messi con especial atención al primer tanto en una jugada de clase total.

Todo esto, en apenas doce minutos. Desde el 60 al 72 llegaron todos los tantos del Barça para sentenciar a un Athletic que no sabía por dónde le podía llegar el siguiente golpe. Los cambios de Marcelino ni llegaron a tiempo ni supusieron nada.

El equipo de Koeman fue demasiado. Así de simple. Y es que los azulgranas firmaron, quizá, su partido más completo de toda la temporada siendo incisivos, precisos, verticales y manejando el encuentro tanto con balón como sin balón. Williams ni se movió. Los laterales rojiblancos, nada. El Athletic nunca tuvo la final donde quería tenerla.

Quizá les pesó, y mucho, el partido ante la Real Sociedad en el mismo escenario. Final, otra, perdida, y esa derrota pudo ser una losa tremenda para un equipo que en dos semanas ha perdido dos títulos.

Primer título de la era Koeman

El Barça, por contra, celebra el que es el primer trofeo de la era Koeman. Ronald estaba contento, al igual que Joan Laporta. Cero a cuatro ante el Athletic y la Copa del Rey que se tiñe de azulgrana para ocupar su sitio en las vitrinas del Camp Nou.