El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha rechazado el proyecto de la Superliga que ha definido como "separatista", al mismo tiempo que ha mandado un recado a Aleksander Ceferin. Infantino cree que hay que ser prudente al hablar de sanciones, las cuales ha planteado el presidente de la UEFA hacia los clubes organizadores del nuevo proyecto futbolístico.

"Algunas acciones deben tener consecuencias y todos deben asumir sus responsabilidades, pero siempre hay que tener cuidado al hablar de sanciones. ¿De qué sanciones estamos hablando? Rápidamente se dice que es necesario castigar, incluso es popular o populista, pero también hay que pensar en las consecuencias de posibles sanciones porque al castigar a un club también se hace a jugadores, entrenadores, aficionados, que no tienen nada que ver con eso", afirma Infantino en una entrevista a 'L'Equipe'.

El presidente de la FIFA ha llevado a cabo un tono mediador en el conflicto entre la UEFA y los equipos que iniciaron las bases del nuevo torneo europeo cuya idea es dar mayor atracción a los aficionados. "Debemos evitar hablar de 'guerra' cuando hablamos de fútbol y cuando el mundo sufre una pandemia sin precedentes. Todo el mundo sufre mucho en estos días, y el fútbol no es una excepción", expresa el italiano.

Aún así, Infantino mantiene su postura de rechazo a la Superliga, la cual considera que es difícil de imaginar en el contexto futbolístico actual. "La creación de una liga cerrada, separatista, fuera de las estructuras del fútbol internacional, es, no sólo inaceptable, sino simplemente inimaginable", dice Infantino.

El más alto cargo de la FIFA hizo hincapié en la idea de renovar el fútbol pensando siempre pensando en los aficionados. "Un líder también debe preguntarse por qué hemos llegado a esto. Y, a partir de ahí, cómo podemos construir juntos el futuro y para eso hay que escuchar a todos, pero sobre todo la afición, que es el verdadero corazón del fútbol", sostiene.