El Atlético volvió a mostrar una plomiza versión, y justo antes de rendir visita al Arsenal en la Europa League. Los rojiblancos, en un encuentro tan espeso como acostumbran, no pasaron del empate ante un buen Betis que apenas sufrió en el Metropolitano.
No era un partido fácil, aún teniendo los deberes hechos con la clasificación para la Champions ya en el bolsillo. Con varios cambios, y sin fijos en el once como Koke, Griezmann y Godín, el cuadro de Simeone no pudo superar en el primer acto a un Betis que dejó grandes destellos en el Wanda.
Destellos que eso sí no fueron suficiente para crear peligro en el arco de Oblak, y es que no demasiadas opciones de gol hubo en el primer acto. La más clara, una de Fernando Torres que picó el cuero ante Dani Giménez en una definición similar a la de la Eurocopa 2008. El arquero del Betis se lesionó en una jugada posterior y tuvo que abandonar el terreno de juego.
Vino bien el refresco del descanso, con un Atlético más agresivo que pudo marcar por medio de Vitolo y con un Betis que siguió a lo suyo, jugando con gusto y con un tiro de Tello que dio en la madera. Saúl también probó el sabor del palo, con un brutal remante con la izquierda ante el que Pedro López solo pudo hacer la estatua.
Estaban ya Griezmann y Koke en el campo, y Vrsaljko. Tres cambios casi seguidos hizo Simeone con 25 minutos aun por disputarse. Poco balón tocó el francés, en un equipo que parece uno con Diego Costa y otro sin él. Los pases eran un sinsentido y el esférico pocas veces llegaba a su a priori destino.
Con imprecisiones, muchas, y cansado, muy cansado. Así llega, o parece llegar, el Atlético justo al momento más importante de toda la temporada. La semifinal ante el Arsenal espera en la cercanía y los de Simeone están en un momento crítico.