El Atlético de Madrid ofreció la mejor versión de la temporada en el momento precisó para desmontar a la Juventus de Cristiano y encarrilar su pase a cuartos.

Giménez y Godín anotaron los goles en una segunda parte donde el conjunto colchonero se comió al equipo italiano. El Wanda Metropolitano fue uno más y acabó rendido ante un equipo que mostró sus credenciales para optar a la Champions.

Pocos creían que fuera posible tal repaso a un equipo que se presentaba en Madrid con la vitola de máximo favorito al título. Pero el Atlético demostró una vez más que cuando más complicada es la empresa mayor es el esfuerzo y compromiso de una plantilla que ha hecho del trabajo y el sufrimiento sus señas de identidad.

El resultado final, por difícil que pueda parecer, es hasta corto visto el partido del Atlético. La Juventus naufragó y se vio superada por un equipo voraz, que fue de menos a más hasta devorar a los de Allegri.

Nunca dejó de creer el equipo de Simeone, ni después de la ocasión errada por Costa, ni en el momento que el larguero y Szczesny le negaron el gol a Griezmann tras una vaselina tremenda. Tampoco se vino abajo el conjunto rojiblanco cuando el colegiado, tras revisión del VAR, anuló un gol a Morata por un discutible empujón del delantero a Chiellini.

Sigo empujando con las más de 60 almas rojiblancas detrás y encontró el premio en un balón que quedó muerto a la salida de un córner en el a´rea pequeña. Ahí apareció Giménez para emujarla a la red con toda la rabia del mundo. El Wanda explotó, el Cholo se volvió loco.

Pero no quedó ahí la cosa. Con la Juventus grogui, apareció Godín para clavar un segundo clavo al ataúd de la Juventus. En ese momento el Metropolitano levitaba. Fue una noche para el recuerdo, quizá la primera gran noche en el nuevo hogar del Atlético. Queda la vuelta en Turín, pero el Atlético ha dado un paso de gigante. La Juventus fue devorada por un equipo con hambre de Champions.