La semifinal es la primera eliminatoria de esta novedosa Copa del Rey que se disputa a doble partido. Y en San Mamés se notó. Atrás quedaron los nervios y las prisas de las rondas anteriores, cuando todo se decidía a 90 minutos. El Athletic de Bilbao se adelantó en el marcador ante el Granada y pisó el freno, consciente de la batalla que le resta en el Nuevo Los Cármenes en apenas un par de semanas.

Hasta quince remates echaron a la mochila los leones hasta que encontraron el premio. Fue al filo del descanso. Iñaki Williams recibió en la izquierda, controló con el hombro y puso un envío preciso al punto de penalti, donde asomó Iker Muniain. Y la locura invadió San Mamés. El Athletic fue muy superior en la primera mitad y encontró un gol que puede ser decisivo de cara a conseguir ese ansiado billete para la cita del 18 de abril.

Más cauto se mostró tras el paso por vestuarios. Aunque es cierto que las intervenciones de Rui Silva evitaron un resultado de escándalo. Además del VAR. El colegiado, Hernández Hernández, acudió al monitor para anular el gol de Capa por un fuera de juego de Williams, que se interpuso entre el portero y la pelota. Bien anulado.

Pasaron los minutos y el show de Rui Silva continuó. Un guante pegadito al poste sobre un disparo de Williams evitó el segundo tanto, que habría puesto la eliminatoria muy cuesta abajo para el Athletic. Mientras, el cuadro de Diego Martínez se chocó con dos intervenciones de Unai Simón, que apenas tuvo trabajo hasta el desenlace del encuentro.

Todo se decidirá dentro de tres semanas en el Nuevo Los Cármenes. El Granada, a pesar de todo, salió vivo de la ida de las semifinales de la Copa del Rey.