El colegiado principal de la final del Mundial 2006 será recordado en el mundo del fútbol por la controvertida expulsión de toda una estrella como es el francés Zinedine Zidane por una agresión en forma de cabezazo sobre el italiano Marco Materazzi.

El árbitro, en una charla, explicó todo lo ocurrido, asegurando que no fue él quien vio el momento del cabezazo, sino que uno de sus asistentes fue quien tuvo ese mérito. El cuarto árbitro y testigo directo de una de las acciones más recordadas de ese Mundial fue el español Medina Cantalejo.

Horacio Elizondo, árbitro principal de ese partido, relató cómo ocurrió todo. Asegura que vio al central italiano tendido sobre el suelo y decidió preguntar por los intercomunicadores a sus asistentes. Ninguno de ellos había percibido qué había ocurrido, salvo el cuarto árbitro, Luis Medina Cantalejo, al que describe como "su ángel de la guarda".

Medina Cantalejo le dijo que fue "un terrible cabezazo de Zidane sobre el pecho de Materazzi". Según el propio Elizondo, sólo le faltó decir "...y olé!" para que le creyera.