Griezmann está lejos de su mejor nivel en la presente temporada. En 11 partidos disputados con el FC Barcelona en Liga, el ariete francés apenas suma tres goles, aunque su contribución al equipo en términos tácticos ha ido en aumento con el paso de los encuentros.

Frente a la Real Sociedad, Griezmann fue de los jugadores azulgranas más activos, presente activamente en la presión, acertado en la recuperación, efectivo en el pase, pero desafortunado de cara a puerta.

En un partido en el que al Barça no le sobraron las situaciones claras de gol, el galo no tuvo su mejor día de cara a puerta. Hasta en tres ocasiones se vio frente a la portería de Ter Stegen, pero la suerte le fue esquiva.

Apenas se habían consumido ocho minutos de encuentro cuando, tras un centro de Jordi Alba, Griezmann no encontró meta en su remate.

Al filo del descanso, tras la igualada azulgrana, firma del lateral izquierdo, al tanto inicial de Willian José, 'El Principito' mandó al larguero el esférico después de driblar a Álex Remiro.

Ya en la segunda mitad, con la remontada culé consumada tras el tanto de De Jong, la frustración de Griezmann se hizo palpable: golpeó con dureza un balón contra la valla publicitaria después de fallar una situación a medio metro de la línea del arco.

Esta vez, Jordi Alba filtró un pase de la que, tras un leve toque de Remiro, Antoine no consiguió conectar en una ocasión flagrante de gol.

Desesperado y desfondado, Koeman optó por retirarle del terreno de juego en el minuto 66, con 2-1 en el luminoso. Finalmente, el resultado no se movió del luminoso, pero Griezmann se quedó con la miel del gol en los labios tras quedar 'gafado' frente a su exequipo.