Hay problemas... y 'problemas'. De los segundos es Ángel Correa para Diego Simeone, porque el argentino le va a poner muy complicado al Cholo el tener que elegir entre él, Diego Costa, Morata y a saber si incluso entre Joao Félix también. El 10, mítico número, fue el foco del Atlético en el triunfo por 2-0 ante el Athletic en el Metropolitano.

No era ni mucho menos fácil para él, pues al hecho de tener pie y medio fuera del Atleti en verano se ha unido el hecho de la cada vez mayor competencia precisamente en su posición. Pero lejos de sentir presión, tanto propia como la de un ambiente enrarecido tal y como se vio en Champions, Ángel se divirtió y también hizo divertirse tanto a sus compañeros como al público.

Jugó de segundo delantero, por fin. Porque esa es su posición. Es ahí donde más cómodo se siente y no tirado a una banda corriendo más hacia atrás que hacia adelante. Tras Morata, Correa se movió entre líneas como pez en el agua y encontró espacios entre el mediocampo y la zaga vasca. Y no dejó de moverse.

Gracias a eso llegó el 1-0. Control de estrella, de esos por los que se pagan millones de euros, para zigzaguear en el área y manejar el tiempo y el tempo. Con calma, cedió el balón para que Saúl embocara directo a las mallas. La mitad del trabajo estaba hecho.

Pero Correa quería más. Estuvo 65 minutos en el campo, y cinco antes de irse decidió que le quería dar un gol a Morata. Desde la derecha, se la puso a Álvaro para que rompiera una racha en LaLiga bastante grande. Desde la jornada 1 no mojaba... mucho para un '9'.

El 10 pudo incluso marcar, cuando metió culo en plan Luis Suárez ante Unai Núñez para dejar al central sentado y enfilar el arco del portero del Athletic. Buscó una vaselina, sutil vaselina, pero el cuero se marchó ligeramente desviado. Habría sido sin duda la guinda a su actuación.

Porque Correa jugó e hizo jugar, y además mostró regularidad, fluidez e ideas claras. Hizo justo lo que tanto necesita el Atlético, que es básicamente crear fútbol. Ahora la duda está en saber qué pasará con él y con el doble delantero que tanto busca el Cholo. Su participación hace plantearse una pregunta: ¿Y si se pone a Joao Félix en la posición en la que jugó Ángel? Simeone responderá... o no.

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