Andrew Robertson, lateral del Liverpool, ha decidido cerrar su cuenta de Twitter después de recibir numerosas amenazas de muerte tras el partido contra el Nápoles.

El escocés cometió un penalti sobre Callejón que Mertens transformó, momento en el que usuarios cargaron contra él a través de la red social.

Su decisión fue contundente. No tardó ni 24 horas en cerrar su cuenta, algo que no ha hecho con su cuenta de Instagram.

Su compañero Alexander-Arnold ha salido en su defensa: "Él es alguien realmente fuerte a nivel mental, así que estoy seguro de que cualquier razón que tuviese para tomar esa decisión fue lo mejor para él".