Un gol de Christian Santos en el primer minuto de partido sirvió al Deportivo Alavés para estrenar su casillero de victorias en casa en la presente Liga ante un voluntarioso Espanyol, que jugó toda la segunda parte con diez hombres.
El choque comenzó de cara para el equipo local, que en el primer minuto se adelantó en el marcador con un gol del venezolano Christian Santos, que aprovechó las dudas de la defensa del Espanyol para despejar un balón que acabó en la red con un zurdazo del delantero albiazul.
Tras el gol, los dos equipos no lograron adueñarse del partido, aunque fue el Espanyol el que se aproximó más a la portería rival con varias acciones por la banda derecha que, sin embargo, no inquietaron al guardameta del Alavés. Leo Baptistao lo intentó en el minuto 5, pero su remate lejano no encontró portería y se marchó pegado al poste derecho de la puerta vitoriana.
A pesar de todo, el choque no tuvo ocasiones claras durante los primeros 25 minutos, más allá de disparos lejanos por los que optaron jugadores de los dos equipos ante la solidez defensiva con la que se encontraron. Manu García tuvo en sus botas el segundo para su equipo en el 28, después de controlar un pase de Tomás Pina dentro del área, pero que remató fuera, junto al palo izquierdo de Pau López.
En el 34 llegó la mejor ocasión hasta ese momento para los de Quique Sánchez Flores. Leo Baptistao se lanzó en plancha para cabecear un pase desde la izquierda que rechazó la defensa local, pero que consiguió atajar Fernando Pacheco. Fueron los mejores minutos de los visitantes, que combinaron para embotellar a los de Gianni de Biasi y rondaron el área de la escuadra vasca, aunque sin finalizar las jugadas.
Doble amarilla para Hermoso
Sin embargo, el planteamiento cambió cuando el colegiado González Fuertes mostró la segunda tarjeta amarilla al defensa visitante Hermoso, que puso cuesta arriba las intenciones del Espanyol. Al filo del descanso, Pau López evitó el segundo gol del Alavés con una excelente estirada para despejar un gran disparo de Munir desde fuera del área con la pierna izquierda, y el envite llegó al descanso con un 1-0.
Tras el paso por vestuarios, Sánchez Flores ajustó la disposición de su equipo por la expulsión de Hermoso, introdujo a Naldo por Víctor y cambió un dibujo que contó con tres defensas. La segunda mitad comenzó con un juego de ida y vuelta en el que los dos equipos crearon ocasiones claras de gol.
En el minutos 47 Munir recogió un rechace en la banda izquierda, tras un saque de esquina, y su golpeo con el exterior lo atrapó un Pau López bien colocado. Posteriormente fue Jurado el que se encontró con el portero rival al recoger un pase de Gerard Moreno e intentar superar por abajo a Fernando Pacheco, quien respondió con un buena intervención. Seguidamente fue, de nuevo, el Alavés el que lo intentó con una buena llegada de Tomás Pina que hizo trabajar al guardameta periquito.
El Espanyol se lanza a por el empate
El Espanyol se lanzó al ataque, dejó espacios atrás que aprovechó Wakaso por la zona izquierda de la ofensiva albiazul con un disparo desde fuera del área en el minuto 54 que se marchó cerca de la escuadra derecha de Pau López. El Alavés intentó trabar el juego de su rival con numerosas faltas tácticas que triplicaron en número a las cometidas por el equipo de Cornellá y buscó hacerse con la posesión de balón para controlar el partido.
En el minuto 75, Leo Baptistao, el más activo de su equipo, metió el miedo en el cuerpo a un abarrotado Mendizorroza con una buena llegada al área albiazul, pero cruzó demasiado su disparo raso con la pierna derecha. En uno de los contragolpes del Alavés, Wakaso estuvo cerca de sumar el segundo gol para los locales después de recoger un balón que no pudo atrapar Pau López, pero su disparo a la media vuelta lo sacó Naldo bajo palos.
El Espanyol insistió, pero no llegó a terminar las jugadas y el Alavés buscó los contraataques, como el que culminó Alvaró Medrán en el 88 y que detuvo el portero visitante. La emoción estuvo presente hasta el último momento y Fernando Pacheco salvó la igualada en el tiempo añadido en un remate escorado a bocajarro de Sergio García.