Ahmad Mendes Moreira es el último de una larga lista de jugadores en sufrir insultos racistas en un terreno de juego. El jugador del Excelsior Rotterdam escuchó gritos como "recolector de algodón" en el partido contra el Den Bosch, algo que hizo que el partido se detuviese.

El delantero se fue del terreno de juego entre lágrimas y rodeado de sus compañeros, con algunos objetos lanzados desde la grada. Cuando el balón volvió a rodar, el delantero se vengó de esos cánticos de la mejor manera.

En la reanudación del encuentro, Ahmad Mendes Moreira marcó el tanto que supuso el 1-2 en el marcador. Tras marcar, el jugador se fue directamente a la grada de la que provenían los insultos, llevándose las manos a las orejas.

Finalmente, el partido acabó 3-3 y el Den Bosch se disculpó a través de un comunicado por la actitud de sus aficionados.