La salida de José María Enríquez Negreira del Comité Técnico de Árbitros (CTA) pudo estar "motivada por alguna conducta punible". Es una de las conclusiones que recoge la Agencia Tributaria en el sumario del Caso Negreira, en el que se añade que, en su declaración, el exárbitro no da una explicación razonable sobre los pagos que recibía.
Eso sí, no consta "pago alguno a ningún árbitro" ni "prueba alguna" de que se pudiese "influir en resultados" a través de estos informes. En este informe, al que laSexta ha tenido acceso, la Agencia Tributaria ve "importante destacar" que Javier Enríquez, hijo de Negreira, "intentó en varias ocasiones ser contratado directamente" por el FC Barcelona, algo que no tuvo éxito.
La persona que "cobraba algún talón" a Enríquez Negreira era José Martínez Alfonso, que le acompañó como juez de línea durante muchos partidos a quien le une una relación de amistad "de más de 40 años". "Nunca le dio explicaciones de por qué le pedía que fuera a cobrar los cheques ni él se las pidio", añaden.
En su declaración ante Hacienda, Enríquez Negreira trasladó que su "obligación" era trasladar su opinión al FC Barcelona "en cuanto al arbitraje y a los jugadores", lo que él llama "asesoramiento técnico". Lo que buscaba el club, dice, era "asegurarse que no se tomaban decisiones en su contra" y que "todo fuera neutral".
Las declaraciones de Bartomeu, Soler y Grau
Los contactos de Negreira en el FC Barcelona era los expresidentes Sandro Rosell y Josep María Bartomeu, añadiendo que no cobraba del CTA porque "ya tenía su empresa de la que cobraba del Barça".
En total, la relación de Enríquez Negreira con la entidad azulgrana duró 17 años, siendo el club el que acabó con la misma "unilateralmente", según la versión del exárbitro.
Josep María Bartomeu también dio su versión de lo ocurrido, asegurando conocer a Enríquez Negreira por haber sido arbitro y coincidir en la Federación Española de Futbol. El expresidente del Barça afirmó desconocer que José María Enriquez Negreira tuviera una empresa que le estuviera facturando al club y que tuviese algún tipo de contrato.
Del mismo modo, negó tener ningún acuerdo verbal con José María Enríquez Negreira. Bartomeu, que trasladó que esos informes eran un servicio que se venía realizando desde la época de Laporta y de Gaspart, consideró "absurdo" que estos pagos garantizasen que las decisiones que se tomaran en el CTA no perjudicaran al Barça.
Albert Soler, quien fuera directivo del FC Barcelona y del Consejo Superior de Deportes, asegura que los informes de Enríquez Negreira eran "un análisis para la mejora del rendimiento del equipo", desconociendo quién autorízo el pago de las facturas.
El también exdirectivo Óscar Grau defiende que en cuanto se enteró de los pagos a Enríquez Negreira, advirtió a Bartomeu que había que cancelarlos.