El Atlético de Madrid se llevó la victoria de Mestalla gracias al gol de Antoine Griezmann. Un partido en el que el VAR y el colegiado fueron protagonistas. Hubo polémica. Mucha polémica. Y parece que ponerse de acuerdo, en este caso, es tarea difícil.

Todo viene por una roja que recibió Correia por derribar a Álvaro Morata. Roja que el VAR consideró que no era y llamó al colegiado al monitor. Morata se iba en solitario, pero el debate es si su control estaba orientado a portería o más hacia la banda. La polémica está servida.

Un Valencia superior en el primer acto. Aunque Mamardashvili se tuvo que emplear a fondo hasta en dos ocasiones para evitar los goles de Morata y Joao Félix.

Al equipo de Gattuso le gusta tener la pelota. La saca desde atrás, combina con velocidad y siempre llega por las bandas. Casi todas sus jugadas terminaban en centros laterales de Lato o Correia.

Los locales se adelantaron con un gol de Musah, pero el VAR advirtió al colegiado que había una falta previa sobre Joao. Así fue. Gol anulado. El VAR también corrigió una tarjeta roja a Correia que se quedó en amarilla. Morata controló en solitario fue derribado... y al colegiado le corrigieron esa decisión inicial. Sin duda la polémica de la jornada.

Tuvo tiempo el Atleti de asomarse por la portería rival a pesar de apenas oler la pelota en ese primer tiempo. Mamardashvili estuvo de sobresaliente en las dos acciones en las que más peligro crearon los rojiblancos.

Simeone apostó entonces por cambios ofensivos. Griezmann fue uno de ellos... y tardó apenas 30 segundos en marcar su segundo tanto en LaLiga. Eso sí, con la ayuda de Carlos Soler en su disparo lejano, que tocó en el centrocampista del Valencia.

El Atleti se llevó la victoria en una noche en la que la polémica arbitral volvió a ser la protagonista. Mucho tendrán que explicar los árbitros tras esta decisión.