Con el fútbol sin público de cara a los próximos meses, o incluso hasta 2021, la propuesta del Aarhus podría revolucionar el panorama actual que vive el deporte por la pandemia del COVID-19.

Este equipo, que marcha tercero en la primera división de Dinamarca, ha fijado pantallas gigantes en su estadio para poder retransmitir imágenes de sus aficionados animando en directo.

Estas pantallas situadas en las gradas del Ceres Park tienen una dimensión total de 40 metros y pueden aparecer hasta 200 espectadores.

Estos afortunados fueron elegidos por el club para presenciar el primer partido tras el parón por el coronavirus. Eso sí, la posibilidad de animar no incluía la de ver el partido, por lo que debían de tener una segunda pantalla.

Tan caprichoso fue el destino que quiso que el Aarhus empatara pasados los noventa minutos de jugo, provocando un éxtasis virtual total.