No pudo ser. La selección española de balonmano se ha quedado a las puertas de la historia en la que era su primera final. Las Guerreras han caído como heroínas ante Holanda por 29-30 tras un final de infarto y tremendamente polémico en el que no pudieron culminar la gran remontada dirigida por Marta López. Tras los 60 minutos reglamentarios, 29-30 para la selección tulipana.

Y no con poca polémica, pues todo se decidió en la última jugada del partido. Una en la que España tenía la posesión a falta de pocos segundos, en la que la arquera holandesa tapó el tiro y al poner el balón en juego Ainhoa blocó, de forma legal, la salida de las tres veces finalistas. La colegiada mostró roja a la española y siete metros a falta de seis segundos.

Sin duda alguna va a traer polémica, aunque poco va a cambiar una decisión que ya está tomada en lo que parece ser un robo legal de Ainhoa que, además, caía en manos de una de las jugadoras españolas con segundos por jugarse y con empate que, como poco, habría supuesto una prórroga.

Fue el cruel final a un partidazo en el que España, en su primera final, se quedó a nada de hacer historia. Las Guerreras empezaron fuertes, muy fuertes. Logrando ventajas de hasta cuatro goles ante un equipo sin oro mundialista pero con más experiencia en estas lides. Tras un tiempo muerto reaccionaron las tulipanas, pero en el descanso llegó el momento de Marta López.

La española tuvo una auténtica autopista por la derecha ante un combinando naranja, hoy de blanco, que no sabía cómo tapar las veloces incursiones de la jugadora. Ella fue quien dirigió la remontada de España que se quedó a nada de poder colgarse la medalla de oro.

Todo, por una acción cuanto menos polémica que mínimo debería haber tenido 'replay'. Lo que parece un robo legal terminó siendo expulsión y siete metros para que finalmente Holanda se colgase la presea dorada con muchísima polémica.