Una norma no escrita en el fútbol dice que cuando un equipo saca el balón del campo de forma intencionada, es para que un jugador sea atendido por las asistencias. Acto seguido se espera que el equipo que mandó fuera el esférico, se le devuelva la posesión de alguna manera.

Sin embargo, esta situación no fue así en el partido de copa escocesa que enfrentaba a Rangers FC y a Partick Thistle. Un malentendido hizo que ocurriese un giro de los acontecimientos.

Así fue la secuencia:

  • Corría el minuto 69 de partido, cuando el marcador iba 1-1. De pronto, Malik Tillman cayó al suelo tras sufrir un pisotón. Su rival, futbolista del Rangers despejó el balón para que atendieran a su compañero. Cuando se recuperó, Holt, jugador del Partick Thistle tenía la intención de devolver el esférico al Rangers con un pelotazo en largo, pero se encontró con un robo de posesión del delantero que sorprendió a todos. Esa jugada terminó en gol del delantero que suponía el 2-1 en el minuto 72.
  • Esta jugada provocó el enfado de los visitantes, que veían injusto lo sucedido e incluso llegaron a encararase con Tillman, autor del gol que no parecía entender lo sucedido.
  • Los futbolistas discutieron la acción durante varios minutos en el terreno de juego, y el árbitro no tuvo otra opción de considerar válido el gol.
  • De pronto, el entrenador del Rangers, Michael Beale dio un ejemplo de deportividad y obligó a sus jugadores a que se dejaran empatar el partido de nuevo en señal de disculpa.
  • Sin ninguna oposición por parte de los locales, el 2-2 subió al marcador en el minuto 73 y ambos entrenadores se dieron la mano en señal de 'fair play'

Los entrenadores de ambos equipos se dan la mano

Finalmente el partido terminó con victoria 3-2 para el Rangers y el 'karma' obró en positivo con el club azulón, que se clasificó para la siguiente ronda de Copa de Escocia