La depresión no entiende de profesiones ni de estatus social. Esta enfermedad afecta a todos por igual, y en el mundo del deporte, donde la presión está al nivel de los sueldos, ya es cada vez más frecuente encontrar quien ha sufrido un mal que te ahoga. Abrines ha sido uno de los que ha admitido haber tenido depresión, pero otros, como Iniesta, también pasaron por ella.

"Me vino todo después del Triplete con el Barcelona. Estaba deseando que llegara la noche, tomarme una pastilla y descansar", afirma el manchego.

Michael Phelps también sufrió depresión, y tal fue su sufrimiento que llegó a plantearse si seguir viviendo: "No me gustaba la persona que era".