Llega ese momento del año en el que cogemos el calendario y hacemos el camino inverso al que nos ha llevado hasta aquí, hasta este final de año, uno más, cargado de gestas deportivas sin parangón, de momentos que se quedarán para siempre con nosotros en nuestra memoria y en nuestra retina.

No todos son buenos, como ahora veremos, pero son momentos que igualmente dejan poso en ese recuerdo colectivo que se materializa con los años. Es difícil empezar por un hecho en concreto, por una de esas gestas, por uno de esos momentos que pasan a ser recuerdos. Pero quizás lo mejor sea empezar por el principio.

Motor se escribe con M de Márquez

El deporte lo hacen grande los deportistas, grandes campeones que se ponen retos y luchan por superarlos constantemente. Fernando Alonso podría ser uno de estos campeones, deportistas que buscan el todavía más, el romper sus barreras y las del propio deporte.

El asturiano, que se prepara para disputar su primer Dakar, ha conseguido victorias en carreras históricas como las 24 Horas de Le Mans, Daytona y el Mundial de resistencia. Además, su nombre está en todas las quinielas para volver a la Fórmula 1 en 2021 con un equipo puntero.

Si seguimos hablando de campeones que rompen todos los récords, tenemos que hablar de manera casi obligada de Marc Márquez. Y lo tenemos que hacer con un 8, ese octavo Mundial de motociclismo que consiguió de manera imponente. Pero si hablamos del apellido Márquez, hay que hacerlo al cuadrado, ya que Álex Márquez también consiguió hacerse con el Mundial de Moto2, además de fichar por Honda para 2020 junto a su hermano.

Sin irnos de las motos, 2019 ha sido el año del adiós de Jorge Lorenzo, un campeón que ha vivido una etapa final subido a la Honda que no hace justicia a la historia que escribieron sus duelos con Rossi. Unos que vienen y otros que se van, como diría la canción.

Sainz ya estaba, pero este ha sido su año, el que no olvidará jamás en el que su broche de oro fue el podio que logró en Brasil. Hablando de Fórmula 1, Hamilton sigue su dominio, colocándose a rebufo de Schumacher y sus siete Mundiales.

Ba-lon-ces-to

Pese a que este año se haya pasado a toda velocidad, conviene pararse a paladear ciertas palabras, como por ejemplo 'baloncesto'. Si hablamos de éxitos grupales, ningún combinado nacional ha tenido tanto como las selecciones de España en el Mundial masculino y en el Europeo femenino.

Marta Xargay fue la MVP de una final en la que España no encontró oposición en una Francia incapaz de dañar la defensa de las españolas, que lograron su segundo Europeo seguido y su tercero en los últimos cuatro torneo. Después llegó el turno de los chicos de Scariolo, de un equipo liderado por un Ricky Rubio imperial que barrió a Argentina en la final del Mundial y volvió a poner en la cima del mundo al baloncesto español.

Pero no son los únicos puntos destacados de un año especialmente intenso en el baloncesto. Ha sido el año de la polémica final de la Copa del Rey, del anillo de Marc Gasol e Ibaka con los Raptors, del fichaje de Mirotic por el Barcelona y de la explosión de Luka Doncic en la NBA. Mucho, mucho baloncesto, y la sensación de que todavía queda lo mejor.

Año intenso en el fútbol

El deporte son emociones, son reencuentros y escaladas hasta la cima. En el fútbol se han vivido momentos especialmente duros, equipos legendarios que han bajado a la tierra y jugadores históricos que han dicho adiós. Es el caso de Fernando Torres y David Villa, la dupla que durante tantos años lideró a la generación de oro de la Selección, que marcó (con goles) los triunfos de la 'Roja'.

Momentos duros, como el adiós de Luis Enrique y su posterior vuelta en la Selección, como las muertes de José Antonio Reyes y Emiliano Sala, como el susto de Iker Casillas que dejó helado a un país entero. Sí, el balón no ha tenido su mejor año.

En el caso del Real Madrid, se ha vivido el primer año completo sin Cristiano, en el que no se han conseguido títulos y en el que ha vuelto Zidane tras casi 300 días fuera del club. En el caso del Barça, la alegría de una nueva Liga se vio empañada por dos duras derrotas. La primera, contra el Liverpool en Anfield, una remontada histórica que despertó los fantasmas de la Roma; la otra, la final de Copa contra el Valencia, que encumbró el proyecto de Marcelino... que acabó saliendo del club ché.

Eterno Nadal

Si hablamos de gestas, de titanes, de deportistas que trascienden a su generación y a su propia historia... no podemos saltarnos un nombre. No podemos saltarle a él. Rafael Nadal ha vuelto a demostrar un año más que es el mejor deportista de la historia de España.

Su año ha sido sublime, ganando dos Grand Slams (su duodécimo Ronald Garros y su cuarto US Open), la Copa Davis y cerrando el año como número 1 del mundo. En esa Copa Davis, todos aplaudimos el ejemplo de Roberto Bautista, que perdió a su padre durante la competición y que lo dio todo por volver con sus compañeros, que no dudaron en calificar este trofeo como la Davis de Bautista.

Peor le ha ido 2019 a Carolina Marín. Empezó el año con una grave lesión de rodilla que le ha tenido casi todo el año sin competir, pero que le ha permitido demostrar su garra en su vuelta a las pistas, preparándose para afrontar esos Juegos de Tokio en los que defenderá medalla de oro.

Hablamos de tristezas cuando recordamos el adiós de Javier Fernández del patinaje artístico y de ese oro que se le escapó por poco a la selección de balonmano femenino en el Mundial de Japón, aunque nos rendimos a las gestas de Simone Biles y Kipchoge.

Alucinamos con los inmortales Patriots, con la resurrección de Tiger Woods, con la irrupción de Egan Bernal en el Tour de Francia y con la historia de Andy Ruiz. Cerramos un año en el que no hemos parado de estar con la boca abierta. Un año que deja paso a un 2020 todavía más cargado de eventos grandes, sobre todo esos Juegos Olímpicos en los que veremos mil y una historias que merecerán -y mucho- la pena ser contadas.

Decimos adiós a un año más en el deporte con estas imágenes, con este recorrido en el que seguro que a más de uno se le ha puesto la piel de gallina. Porque el deporte es eso, emociones, recuerdos y sentimientos. El deporte es gigante, intenso y vuelve, siempre vuelve.