"No hay lavandería, no hay una sala de fisio digna", indica Ana María Almansa, presidenta del Club Balonmano Bolaños. Sus palabras son un claro reflejo de la batalla que libra desde hace años del Club Balonmano Bolaños.

"Hemos tenido que suplicar bastante, llegaban los fines de semana y teníamos que pagar el arbitraje", relata María Dolores Aranda, capitana del Club Balonmano Bolaños.

Se trata de un club muy humilde de la División de Plata con muchas limitaciones económicas. "Este club nace hace 20 años desde un pequeño pueblo de La Mancha que vive de la agricultura con la idea de dar la oportunidad a las chicas de practicar deporte", añade Ana María Almansa.

Con mucho esfuerzo y pocos recursos, aspiran a llegar a División de Honor. "Tienes estas personas con este ánimo para hacer deporte en unas condiciones absolutamente precarias y tienen un mérito enorme", sostiene Ignacio Galán, presidente de Iberdrola.

Ahora, esa lucha ha tenido esa recompensa con el Premio Iberdrola SuperA Competición.

"Esto, para el Club Balonmano Bolaños es futuro, proyección, luz y mucha ilusión para seguir trabajando [...] lo primero que vamos a hacer es remodelar los botiquines de los equipos con todo lo que se necesita para competir", asegura feliz su presidenta.