"Fueron cinco minutos, a dos kilómetros de la meta. Podrían haber parado, nadie les obligó a seguir", explica Josep Bertrán, organizador de la Volta al Penedès, tras la lluvia de críticas que ha recibido por no parar una contrarreloj en la que el circuito se convirtió en una riada.
"Fue una situación climatológica imprevista", afirma Bertrán, justificando que no les dejó "margen de maniobra". Por su parte, Óscar Rota, ciclista que participaba en la Volta al Penedès, defiende que nadie les dijo "que parasen".
Afortunadamente, no se tuvieron que lamentar heridos, pero las condiciones ni mucho menos eran las idóneas para disputar ninguna carrera. Las imágenes son más que clarificadoras.