Miquel Castillejos, ciclista amateur, bien pudo perder la vida con esta trampa para corredores de la que fue víctima. Con graves heridas en la cara, alguien puso en su trayectoria una liana natural con pinchos.
"Alguien con ganas de hacer daño coloca una liana natural con espinos. Atravesada de árbol a árbol. Me corta la trayectoria y caigo hacia atrás", dijo en 'Jugones'.
En cuanto se puso en pie ya notó la sangre: "Me levanté, me puse las manos en la cara y..."
"Suerte que fue un centímetro y medio a la altura de la ceja. De haber sido en el ojo estaría ciego. Ahora no os estaría viendo", cuenta Castillejos.
No es la primera vez que se encuentra con algo así: "Hace cuatro meses estaba la misma trampa".
"Me podía haber dejado ciego, pero también me podría haber muerto", finaliza.