Malas noticias para una de las grandes esperanzas francesas en el Tour de Francia. Thibaut Pinot, quinto en la general de la ronda gala, ha abandonado camino a Tignes por un problema muscular en la pierna izquierda cuando apenas quedan dos días para llegar a París.

El francés acudió al coche médico cuando quedaban 93 kilómetros para el final de una etapa de 126,5. Con un vendaje, el galo intentó seguir en carrera, pero entre un desconsolado llanto tuvo que abandonar cuando quedaban 88 kilómetros de etapa.

Era la crónica de una 'muerte' anunciada, por así decirlo. Durante varios kilómetros, Pinot rodó solo y sus compañeros no le esperaron. El equipo confirmó que había sentido dolores tras la etapa del jueves en Valloire y por la noche apenas podía andar. "Su estado no mejoró", señaló el Groupama.

El francés demostró en el ascenso al Galibier menos fuerza de la que había tenido en los Pirineos. Pinot, de 29 años, tercero del Tour en 2014, se había mostrado como uno de los hombres fuertes de esta edición, donde tras ganar en el Tourmalet fue segundo en Prat d'Albis, por detrás de Alaphilippe.

El corredor francés aseguraba que iba a aprovechar las dos etapas alpinas que restaban antes de París para tratar de subir de nuevo al podium final del Tour. Pinot, bien situado para ganar el Tour 34 años después del último francés, Bernard Hinault, había visto sus opciones comprometidas durante la etapa que acabó en Albi, cuando se quedó cortado en un abanico que le hizo perder 1.40 con los favoritos.

Pero, desde entonces, no había hecho más que recortar tiempo, lo que le había dejado como uno de los pretendientes a la victoria final. Originario de los Vosgos, donde posee una granja, Pinot ganó el año pasado la Vuelta a Lombardía y dos etapas de la Vuelta a España, que acabó sexto en una temporada en la que decidió no disputar el Tour.

En la ronda gala, el triunfo logrado en el Tourmalet fue el tercero, tras haberse impuesto en la estación suiza de Porrentruy en 2013 y en el Alpe d'Huez dos años más tarde.