En el mundo del deporte, tener un rival te retroalimenta y te hace ser mejor. Las rivalidades pueden pasar a la historia, como lo hicieron Messi y Cristiano en el fútbol o Senna y Prost en la Fórmula 1. En el ciclismo ha habido otras tantas, pero probablemente ninguna como el duelo Mathieu Van der Poel contra Wout van Aert.

Durante la década de 2010, el ciclismo estuvo tiranizado por ciclistas robóticos que ganaban sin ataques y a puro ritmo, como era el caso de Bradley Wiggins o Chris Froome, pero poco a poco fueron apareciendo jóvenes que desafiaban a la lógica con ataques sobrehumanos y que se manejaban bien en todos los terrenos, sea un sprint, una contrarreloj o el más desafiante puerto de montaña.

Y en esa definición entran Van der Poel y Van Aert, dos ciclistas que llevan enfrentándose entre sí desde categoría infantil. Ambos comenzaron sus batallas en el mundo del ciclocross, del que llevan entre ambos ocho títulos del mundo de los nueve que se han disputado desde 2015.

La rivalidad entre los dos ciclistas viene prácticamente del nacimiento. Pese a ser neerlandés y belga, sus similitudes son bastantes. Ambos nacieron en 1995, coincidieron en cadetes y desde entonces no han parado de batirse el uno al otro.

Se conocen a la perfección y en prácticamente todas las carreras que disputaban se encontraban en el sprint final para decidir la victoria. El resultado fue dominar con puño de hierro la disciplina del ciclocross entre ambos, lo que les llevó de pasar del barro a la carretera. Algo que el ciclismo celebró.

Otra vez más, ambos decidieron prácticamente de la mano participar en la carretera, un desafío que rápidamente dominaron. Van Aert y Van der Poel también comenzaron a ganar clásicas o etapas de las grandes vueltas prácticamente desde su inicio, algunas superándose entre sí.

Y la rivalidad tuvo un nuevo capítulo en el Campeonato del Mundo de Ciclocross que se disputó en Hoogerhide (Países Bajos). Y allí, cómo no, se volvieron a jugar la victoria en un duelo entre ambos en la misma línea de meta.

Ganó Van der Poel, su quinto título del mundo (por tres del belga), y se acordó de su eterno rival en la entrevista posterior: "Llevamos más de diez años metiéndonos caña, embestidas... pero gracias a eso ambos hemos subido el nivel. Tenemos preocupación por el otro, pero cuando nos retiremos estaremos orgullosos de nuestras luchas".

Esta rivalidad tendrá muchos capítulos más, pero el cariño de tantos años luchando entre sí hace que ni la derrota sepa tan mal si es ante el otro. "Lo odio pero lo amo", publicó Van Aert tras perder la carrera acompañado de una foto con el neerlandés.

"Nuestra rivalidad transciende el deporte. Nos fortalecemos mutuamente y nos aseguramos de superar los límites desde pequeños. Es una gran historia", mencionó Van der Poel en 2021 sobre su relación con Van Aert. Y de esa rivalidad disfruta el ciclismo.