Tras un inicio de temporada irregular, Julian Alaphilippe se vistió con el 'maillot' amarillo tras lograr la victoria en la segunda etapa del Tour de Francia en el esprint en Niza.
Al cruzar la línea de meta, el ciclista francés alzó sus brazos al cielo para dedicar la importantísima victoria a su padre, quién falleció el pasado mes de junio.
"Me gustaría dedicarle este triunfo a mi padre, está en mi corazón", señaló el corredor del Deceuninck-Quick Step tras alzarse con su primera victoria en la prestigiosa competición francesa.
"Es un momento un poco duro y ha sido un año muy particular, no había ganado nada desde el inicio de la temporada. Estoy muy feliz de haberlo conseguido", sentenció Alaphilippe.