El presunto autor del atropello en el que murieron dos ciclistas y un tercero resultó gravemente herido en Castellbisbal (Barcelona) ha sido traslado para declarar a los juzgados de Rubí, donde estaba citado.
El hombre no tenía puntos en el carné de conducir y, a la espera de lo que decida el juez, al conductor se le podría acusar de conducción temeraria, castigada con un máximo de dos años de prisión, al que podrían añadir omisión del deber de socorro, ya que huyó dejando los dos muertos y un herido muy grave.
Miguel Moya tenía 66 años. Se dedicó profesionalmente al ciclismo y estaba a punto de ser abuelo. José María de la Torre, de 72, también llevaba toda la vida haciendo deporte. Ambos murieron al estrellarse contra el parabrisas del coche.
Ahora, la Federación Catalana de Ciclismo pide que se endurezcan las penas por este tipo de atropellos. Y la Generalitat de Cataluña ha anunciado que instalará señales especiales para avisar de la presencia de ciclistas, una iniciativa que ya funciona en varias regiones, como La Rioja.