El deporte tiene historias curiosas por doquier. Una de ellas es la del ciclista Jay Vine, que pasó de ser un amateur en su Australia natal a un doble ganador de etapa en la Vuelta a España gracias a un torneo de ciclismo virtual que le premió con un contrato profesional.

Vine competía en carreras de nivel aficionado en campeonatos generalmente australianos, aunque disputaba alguna prueba internacional en la que su equipo participaba.

Entonces llegó la pandemia y el mundo paró en seco, con ello también las carreras ciclistas. Entonces, la academia Zwift creó un torneo de ciclismo virtual cuyo premio para el ganador era un contrato profesional en el equipo Alpecin, equipo famoso gracias a Mathieu van der Poel y del que son patrocinadores.

El australiano ganó el torneo y se llevó el contrato profesional, algo que generó muchas críticas en el pelotón. Pese a la clara demostración de fuerza en las piernas, dudaban de su habilidad en el ciclismo real y sus movimientos en una carretera llena de ciclistas. Algo que fue así durante las primeras carreras que disputó, pero su adaptación fue rápida.

Dos años después, el australiano ha ganado ya dos etapas en esta edición de la Vuelta a España y no se olvida de su origen.

"Es increíble. Tuve la oportunidad por ganar aquella plaza en la academia, con un montón de compañeros que luchaban por ello, y ahora llega un triunfo así. Es un sueño hecho realidad", confesó Vine tras ganar la primera de sus dos etapas en la carrera española.

Una historia curiosa protagonizada por un deportista salido del mundo virtual, que no piensa abandonar: "Me gusta usar el rodillo virtual y competir a través de internet. Para los días de mal tiempo es mucho mejor", concluyó.