Las caídas están siendo muy repetidas en el Mundial de ciclismo. Corredores por los suelos como consecuencia del agua que anega parte de la carretera.

Es la surrealista imagen que están dejando los Mundiales de ciclismo, donde las condiciones meteorológicas hacen imposible el normal desarrollo de la prueba.

El ejemplo más claro está en una curva totalmente anegada por el agua, una trampa para varios ciclistas. Los afortunados que llegan a la meta lo hacen completamente exhaustos, sin apenas fuerzas para ponerse en pie.

Todo tras una decisión incomprensible de la UCI donde los ciclistas eran llevados al límite.