La violencia siempre mancha el deporte, pero si son los propios deportistas los que se pelean, se ven aún más si cabe manchados los valores de compañerismo y buen hacer del deporte.

En Canadá, en la semifinal de Lacrosse de la Liga de Ontario, ambos equipos se enzarzaron en una brutal pelea en la que se usaron cascos, palos y guantes, y que acabó en tangana contra la cristalera.

La trifulca se alargó durante varios minutos ante la mirada incrédula de los aficionados. Finalmente, se serenaron, dejando una estela de cascos y palos en el terreno de juego.