El Valencia Basket venció (73-79) en casa del Unics Kazan para sentenciar con un 2-0 su pase a la final de la Eurocup, sexta vez que jugarán los 'taronja' el partido decisivo de la competición, gracias a una sólida actuación con la que llevó la delantera casi siempre en busca de levantar su cuarto título.

Después de la remontada en La Fonteta el pasado martes, los de Jaume Ponsarnau entraron con todo en el Basket Hall de Kazán para alcanzar la final por la vía rápida gracias a un gran Van Rossom (15 puntos). El cuadro español, campeón del torneo en 2003, 2010 y 2014, aspira ahora a ampliar el mejor palmarés de la competición, cuando se mida del 9 al 15 de abril contra el Alba Berlín.

El Valencia dejó claras sus intenciones con un gran primer cuarto. Los rusos, a remolque, lograron maquillar al descanso (36-39) después de la gran traca de triples visitante (6/14) y la mejor versión de Dubljevic, dos factores habían echado de menos en La Fontenta. Unics se acercó tirando del triple y elevando la agresividad en defensa.

Al límite jugó el cuadro local y logró cortar el juego 'taronja', en sequía los últimos tres minutos del primer tiempo. Los problemas crecieron para Ponsarnau en la reanudación, con una antideportiva a Dubljevic que significó su eliminación por una técnica anterior. McCollum acaparó el juego del Unics y los rusos tomaron el mando.

El cuadro local culminó su remontada, a pesar de que Pierria Henry, MVP de la Liga Regular, encadenaba una mala decisión tras otra en un pésimo partido. Para los de Ponsarnau, Van Rossom salió al rescate. El base belga se enchufó desde el final del tercer cuarto y, junto a Matt Thomas, sacaron el billete 'taronja' en medio del descontrol de los Dimitrios Priftis. El Unics, a la desesperada, llevó el desenlace a un cuentagotas más dilatado que emocionante