Tragedia en un partido de baloncesto de una escuela de secundaria de Dallas. Se producía un tiroteo que dejaba dos heridos: un policía y un joven de 18 años.

Se enfrentaban South Oak Cliff y Kimball cuando en el tercer cuarto un altercado en la grada acabó en disparos.

Robyn Harris, portavoz de la policía informaba de que un menor había sido herido de gravedad al recibir un disparo en el pecho y se encontraba en estado crítico, mientras que el otro herido, que era un oficial, estaba fuera de peligro.

De los autores del tiroteo no se sabía nada hasta que unas horas después un joven menor de edad se entregaba como presunto culpable.