Burnie acabó en el Hospital. O más que él, la persona que iba dentro del traje de la mascota de los Miami Heat. No fue por ninguna filigrana de esas en las pausas. No fue por hacer un mate y dar espectáculo. Fue por Conor McGregor. Por un par de puñetazos, en principio de broma, que se llevó del combatiente irlandés y que hicieron que terminase en urgencias.

Todo debía formar parte del espectáculo. Durante una pausa del cuarto partido de las finales entre los Heat y los Nuggets, Burnie provocó a McGregor con guantes y un uniforme de boxeador... y ahí comenzó todo.

Porque Conor le metió un gancho de izquierdas en la cabeza. Ya en el suelo, otro golpe más. Sí, todo podría parecer preparado, pero no. Nada más lejos de la realidad.

Del pabellón fue a urgencias, donde le suministraron analgésicos y comprobaron que todo estaba en orden. Luego, para casa.

McGregor lleva sin subirse al octógono desde 2021, cuando en una pelea con Dustin Poirier se rompió la pierna izquierda.