La muerte del afroamericano George Floyd ha tenido enorme calado en la sociedad mundial, pero con especial incidencia en Estados Unidos.

En el país americano se han sucedido las protestas contra el racismo, y numerosas estrellas de la NBA como LeBron James, Michael Jordan o Dennis Rodman han querido mostrar su malestar con la situación existente en EEUU.

La última estrella del basket estadounidense en manifestarse ha sido Stephen Curry. El base de los Golden State Warriors participó en una marcha en Palo Alto (California).

En los vídeos de las protestas se puede ver al jugador pidiendo la dimisión del presidente Donald Trump: "¡Tiene que irse!.

No es la primera vez que Curry muestra su rechazo a Trump. En 2017, cuando los Warrior ganaron el anillo de campeones de la NBA, Stephen se negó a acudir a la Casa Blanca.