Mucho se ha hecho esperar, pero por fin ha vuelto. Por fin Sergio Llull se ha puesto de nuevo la elástica blanca del Real Madrid en un partido. Por fin, y tras meses y meses de calvario por su lesionada rodilla, el balear ha tenido minutos en duelo oficial. Ha sido ante el Panathinaikos, en la Euroliga, y obviamente el recibimiento del Palacio de los Deportes ha sido a lo grande.

Y es normal, porque Sergio Llull es más que un jugador para el Real Madrid. Es un ídolo, y como tal se le recibió cuando se le presentó con el resto de sus compañeros y cuando, allá por el minuto 7 del primer cuarto, salió en sustitución de Luka Doncic. Un poco más y se cae el Palacio de los Deportes.

Un regreso esperado, esperadísimo, y por ello desde antes de que comenzara ya su imagen copaba los monitores del feudo madridista. Era un monográfico del 23, que ha demostrado la diferencia entre jugar en un club y ser algo más que un jugador de un club. Ocho puntos anotó en su retorno.

Sergio Llull se lesionó con la selección española, en un amistoso jugado en la preparación para el Eurobasket allá por el mes de agosto. Dos de sus compañeros de Selección, Juancho y Willy Hernangómez, estaban en el Palacio, y el segundo incluso llevaba una camiseta de apoyo al balear.