Zion Williamson estaba llamado a hacer historia en la NBA. A llevar a una franquicia, a cualquiera que se hiciera con él en el draft, al nivel más alto. Eso fue en 2019. Ahora, en 2023, la realidad es otra bien diferente. El jugador apenas ha jugado con regularidad por una plaga de lesiones y ha sido más noticia por eso y por un estado de forma que ha vuelto a dar de qué hablar.

Porque su peso ha vuelto a ponerse en duda. Se dijo que estaba más delgado, pero ante los Lakers en Las Vegas se vio que no. Su estado físico ha vuelto a hacerse viral en redes y en las tertulias de la NBA, y en New Orleans la paciencia con el que iba a ser su jugador franquicia se esta acabando.

Los Pelicans apostaron por él. Lo hicieron cuando sobre la mesa le pusieron un contratazo brutal a pesar de que apenas había participado con el equipo. A pesar de que, sin él, llegaron a 'playoff' y plantaron cara unos Suns que venían de disputar las finales. Con él... poco.

Zion, superado por LeBron en todo

Lo peor, que en este torneo de Copa ha quedado claro que algo no va bien. Aparte de sus desconexiones en defensa, y en ataque, se vio a un Zion desacertadísimo en todas las facetas de juego sucumbiendo ya no solo ante Brandom Ingram en la comparativa de compañeros sino también ante un LeBron James que recordemos tiene 39 años.

Excesivamente lento estuvo en el día en que los Pelicans se jugaban estar en una final. Uno de seis desde la personal, ocho tiros de campo, 13 puntos. Y tres pérdidas. Mal. Todo mal.

Los de Luisiana, eliminados por paliza ante Los Angeles. Por 44 puntos de diferencia. Sideral distancia que ha hecho que, de nuevo, todas las miradas se centren en Zion.

Y él lo sabe: "Tengo que ser mejor. Tengo que ser más agresivo. Tengo que hacer más cosas para activar al equipo. Di un paso atrás y eso es algo que no puedo hacer".

"No corre con energía"

Pero también lo saben los demás. Por ejemplo, una de las grandes leyendas como Shaquille O'Neal: "No corre con energía. Cada deporte tiene una mirada, y él no la tiene".

Pero el más duro fue JJ Reddick: "No está en forma, es la realidad. Sigue sin estar en forma a pesar de lo que ha pasado. No se ha comprometido con su carrera".