En un partido de la NCAA, un jugador de los Illinois, Kofi Cockburn, golpeó accidentalmente al árbitro en la cabeza.
Se enfrentaban contra Michigan y tras una bandeja de Cockburn en la que le habían hecho falta personal, a pesar de ir ganando, gritó de euforia y agitó el puño. Sin embargo, no vio al árbitro Lewis Garrison, que se dirigía a anotar oficialmente la falta.
El golpe fue directo a la cabeza y Kofi tuvo que sujetarle para que no perdiera en el equilibrio. Estuvo varios minutos en el suelo hasta que finalmente pudo levantarse y retirarse del campo, aunque siempre con ayuda. A pesar de la revisión que le hicieron los médicos en el momento, lo llevaron al hospital para una poder evaluarlo y asegurarse de que el árbitro estaba bien.