Mucha esperanza había en los Sixers. Muchas sonrisas se veían en Filadelfia, en el seno de la franquicia, cuando James Harden aterrizó en la ciudad tras un traspaso con los Brooklyn Nets. Uno que mandó al ex de Rockets a jugar con Joel Embiid y que llevó a Ben Simmons, y a otros como Seth Curry, a Nueva York. Al final, este intercambio pasará a la historia como uno en lo que las dos franquicias salieron perdiendo.
Al menos de momento, porque los Sixers siguen sin dar señales de vida en una final de conferencia. Ya son muchos los años sin tocar el cielo. Concretamente, son 21 años sin estar al menos en una final del este en la NBA, y ni con un Joel Embiid que ya llega a las 28 primaveras y que ha firmado posiblemente su mejor temporada han dado con la tecla.
Mientras, sus rivales avanzan. Ellos, por contra, no. Y ahora tienen un verano por delante en el que tomar decisiones como por ejemplo ver qué pasa con James Harden. Daryl Morey puso un mensaje de calma, garantizando la continuidad de Doc Rivers y afirmando que sí o sí Harden seguirá en los Sixers. Sea como sea.
Así que toca hablar de dinero. Con 33 años, Harden tiene sobre la mesa una 'player option' que puede o no aceptar. Tiene hasta el 29 de junio. Si la acepta cobraría 47,4 millones para volver a ser agente libre en 2023.
De no aceptar, firmaría un nuevo contrato con los Sixers por cinco años, a razón de 269 millones. Sea como sea, con 37 años, en la temporada 2026-27, cobraría más de 61 millones de dólares.
En ese sentido, Bobby Marks, periodista de ESPN y experto en estructura de contratos, no tiene ninguna duda: "De un contrato así se hablaría como de los que tienen ahora Russell Westbrook o John Wall. Sería el peor de la historia de la NBA en tres años".
Porque el nivel de Harden no está siendo el esperado. Ni mucho menos. Tras salir de los Nets, y saliendo no demasiado bien con el núcleo duro formado por Kevin Durant y Kyrie Irving, su llegada a los Sixers parecía ser la solución para todos.
Comenzó bien, pero en el momento clave, en el sexto partido ante Miami Heat, desapareció por completo. Tan solo intentó dos tiros en toda la segunda mitad, y sus dígitos de puntuación se quedaron en 11. No metió una sola canasta en os dos últimos cuartos.
Joel Embiid ya le ha señalado, afirmando que el Harden de los Rockets ya no existe.