El Real Madrid de baloncesto atraviesa desde hace semanas una delicada situación que ha puesto en duda, incluso, el papel de Pablo Laso como entrenador blanco.

Ocho partidos perdidos de los últimos 10 de Euroliga y una dolorosísima derrota este viernes ante el Bayern de Múnich después de encajar 38 puntos en el último cuarto (ahora son cuartos, pero con factor cancha) han hecho saltar por los aires la estabilidad del vestuario madridista.

En la rueda de prensa previa al encuentro de este domingo frente al Barça en el Palau, Laso ha confirmado que, tal y como se venía hablando, Thomas Heurtel y Trey Thompkins han sido apartados del equipo.

Todo apunta a que el base y el ala-pívot no volverán a disputar un partido con la elástica blanca después de que no completasen el último entrenamiento previo al partido contra el Bayern.

Laso lo ha calificado como una situación definitiva": "Para mí la sensación más importante es la de ser un equipo, eso es lo que te da la confianza. La decisión es mía, considerando que tengo confianza plena en que los 13 jugadores que están ahora van a jugar a su mejor nivel y que vamos a volver a ser el equipo que queremos ser".

"El equipo siempre está por encima de las personas", ha explicado ante los medios, añadiendo que "no es un momento cómodo el actual, pero tampoco es el más difícil".

Sobre una posible incorporación, Pablo Laso ha querido lavarse las manos: "No hemos hablado de esto porque creo que tengo el puesto muy bien cubierto, pero el club siempre está abierto a mirar el mercado dentro de los límites normativos. Si ficháramos a alguien mañana, no podría jugar el playoff de la Euroliga".