Era la 1:30 de la madrugada y los Indiana Pacers aterrizaban en Indianápolis tras su victoria frente a Memphis Grizzlies. Tras desembarcar los jugadores se dirigieron al parking donde tenían estacionados sus vehículos para poner rumbo a sus hogares.
Pero uno de ellos, Cassius Stanley se encontró con una ingrata sorpresa al llegar a su coche. Sus compañeros gastaron una broma al 'rookie' de la NBA llenándole el coche de palomitas. La reacción del jugador fue de incredulidad al ver su coche rebosando palomitas.
Algunos de sus compañeros grabaron la divertida escena con sus teléfonos móviles e incluso se acercaron a comer palomitas. "Tenemos un novato que realmente no está escuchando... mi hombre puede saltar del gimnasio, pero no puede conseguir toallas después de los partidos", decía Malcom Brogdon explicando el por qué de la novatada.