Continúa el culebrón de James Harden en los Houston Rockets. Y ya hay sanción para él después de su imagen sin mascarilla en una fiesta, que él asegura que no fue en un club de striptease.

La NBA ha hecho oídos sordos a esta defensa del propio Harden y ha decidido multarle con 50.000 dólares. La liga ha afirmado que Harden violó las reglas cuando asistió a una "fiesta privada bajo techo".

El base, por su parte, aseguró que se habían cumplido todos los protocolos y que simplemente había visitado a su pareja. Pero la NBA no ha cedido y ha tomado la decisión de sancionar al jugador.

Durante las últimas semanas su nombre ha estado rodeado de polémicas. De las declaraciones de un exentrenador de los Rockets, en las que hablaba de sus peticiones, a su comentado estado físico en este comienzo de temporada.

Harden sigue en Houston, de momento, aunque su deseo es ser traspasado y comenzar una nueva aventura en otra franquicia. Algo que no se descarta en esta primera semana de competición.

Medios especializados de Estados Unidos han asegurado en los últimos días que Rockets y Sixers negocian en un posible traspaso. Harden lo vería con buenos ojos, aunque no descarta otros destinos como los Boston Celtics.