Un nuevo episodio de brutalidad policial en Estados Unidos ha provocado la reacción de la NBA. Los Utah Jazz y los Milwaukee Bucks se han mostrado indignados, en comunicados oficiales y declaraciones tanto de jugadores como de entrenadores.

Donovan Mitchell, estrella de los Jazz, fue el más contundente en sus palabras. "A la mierda los partidos y los playoffs. Esto ya es enfermizo y es un problema real. Queremos justicia. Es una locura, no tengo palabras. Vaya mierda de hombre. Por eso no nos sentimos seguros", escribió en sus redes sociales.

Y no fue el único. El técnico de los Bucks, Mike Budenholzer, se pronunció en la previa de su partido de playoffs ante los Orlando Magic: "Ha sido un tema muy hablado antes de venir a la burbuja y es un tema que se tiene que seguir tratando. Necesitamos ser un país mucho mejor en ese sentido, no tener más incidentes de este tipo y entender que las vidas de las personas negras importan".

Los jugadores, como en cada partido partido, volvieron a arrodillarse durante el himno de Estados Unidos en un gesto repetido en el deporte contra el racismo.

Y es que apenas tres meses después de la muerte de George Floyd, un policía de Kenosha disparó hasta en siete ocasiones a un hombre negro desarmado y en presencia de sus hijos. La víctima se encuentra hospitalizada en estado grave y se teme por su vida.