Duro revés al baloncesto estadounidense después de confirmarse la muerte de Ashley James, una joven promesa de tan solo 19 años que iba a fichar por los Missouri State de cara a la próxima temporada.

El jugador se encontraba en un apartamento de la localidad de Virginia junto a un amigo. En la estancia había una pistola y los jóvenes estaban jugando con ella cuando, de manera accidental, se desactivó el seguro y se disparó con la mala fortuna de que impactó en el pecho de James.

Las autoridades sanitarias se desplazaron rápidamente al lugar de los hechos y la ambulancia consiguió llegar cuando aún el joven Ashley permanecía con vida, sin embargo, de camino al hospital murió.