Hace más de un mes parecía que los Dallas Mavericks se iban a comer la Conferencia Oeste. Parecía que, entre ellos y los Phoenix Suns, iban a mandar para poner rumbo al anillo o, al menos, para lucharlo hasta el final. Pues el final, para los de Texas, puede llegar en diez partidos. Porque el fichaje de Kyrie Irving, lejos de suponer un impulso, ha mandado a los de Luka Doncic fuera de los 'play in' al final de la temporada regular.

Sí, porque de los últimos diez partidos han perdido en siete. Porque viendo cómo está el Oeste eso es algo que te puede dejar fuera de todo. Que, de momento, tiene a los Mavericks, a los finalistas de Conferencia en 2022, rozando el K.O.

La última derrota, especialmente dolorosa. Fue ante los Hornets. Ante los Charlotte Hornets que Michael Jordan quiere vender. La franquicia de Carolina del Norte llegaba además sin sus tres mejores jugadores. Sin LaMelo Ball, sin Terry Rozier y sin Kelly Oubre. Pues sin ellos ganaron.

Y lo hicieron con claridad. Llamando a jugadores de la G-League para que se incorporasen cuanto antes y con un, ojo, 55-69 al descanso. Que llegaron incluso a ganar de 21 a falta de un cuarto.

A pesar de la reacción local, un 0-10 de parcial cerró el partido y otra noche desastrosa para los de Dallas.

"Probablemente debimos ser pitados ya en el primer cuarto", dijo Jason kidd en referencia a los silbidos que se escucharon en el American Airlines Center en un tiempo muerto del tercero cuarto.

Doncic no pudo solo. El esloveno acabó con 34 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias, y que fue autocrítico: "Tengo que ser el líder. Tengo que jugar mejor".

"Todo está siendo muy frustrante por muchas razones. No solo por el baloncesto. Solía divertirme mucho, pero...", insiste Doncic.

De momento, les toca remar. El próximo partido que tienen los Mavs es, de nuevo, contra los Hornets. En esta ocasión, en Charlotte.