Lo que iba a ser una tarde de diversión en el baloncesto se convirtió en una día dificil de olvidar. Jugaban el Sig de Estrasburgo contra el Olimpia de Lujbiana.

Al descanso, jugadores y espectadores eran informados del tiroteo en un mercadillo navideño. "Esta claro que es algo bastante particular y solo pienso en todas las víctimas", aseguraba el entrenador.

El miedo se apoderó de todo un pabellón. Pero la reacción fue cantar la Marsellesa. 5.000 personas entonando el himno francés para homenajear a las tres victimas. Hasta pasadas las 00:30 no se decidió desalojar el recinto, pero la contestación del deporte al terrorismo fue clara.