25 de julio de 1999. Un equipo de jóvenes talentos llegaba a Lisboa con ganas de comerse el mundo. Por aquel entonces, sus nombres no pesaban en la historia del deporte español como pesan ahora.

Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Berni Rodríguez, Carlos Cabezas, Raúl López... Una selección hambrienta, la generación de 1980 que hizo creer que podíamos ganar a cualquiera.

Ellos ganaron a Estados Unidos en la final que cambió todo. Antes también habíamos gozado de momentos únicos, como la plata en Los Ángeles 1984 como ejemplo más claro, pero nunca consiguiendo una regularidad en los éxitos internacionales.

Todo cambió en 2006. 3 de septiembre, Saitama. España llegaba a la primera final de un Mundial en su historia después de un partido de infarto contra Argentina. Pau Gasol, el referente de la selección, se lesionó en el tobillo, perdiéndose el partido contra Grecia.

Le tocó a su hermano, Marc Gasol, bailar con la más fea, Schortsanitis. El resto, como se suele decir, es historia. 70-47, un auténtico recital en el que todos brillaron. Una selección que muchos todavía recitan de memoria: Pau Gasol, José Manuel Calderón, Juan Carlos Navarro, Carlos Jiménez, Jorge Garbajosa, Felipe Reyes, Sergio Rodríguez, Rudy Fernández, Berni Rodríguez, Álex Mumbru, Marc Gasol y Carlos Cabezas.

Los 12 héroes de Saitama. Y todos ellos, liderados por Pepu Hernández, el hombre que nos enseñó a pronunciar ba-lon-ces-to. Historia de nuestro deporte que traería más capítulos de gloria.

Poco a poco se fueron incorporando más jugadores, una nueva generación que se iba impregnando del carácter de sus predecesores. Ricky Rubio, Sergio Llull, Víctor Claver, Pau Ribas, Fernando San Emeterio, Mirotic, Ibaka, un Marc Gasol que gana protagonismo en el equipo... Una columna vertebral robusta con la que no pararon de llegar éxitos.

En 2007, medalla de plata en el Eurobasket tras una dolorosa derrota contra Rusia; 2008, plata en los Juegos Olímpicos de Pekín contra una Estados Unidos que tembló con el juego español; 2009, oro en el Eurobasket, el primero de nuestra historia; 2011, nuevo oro en el Eurobasket; 2012, plata en los Juegos Olímpicos de Londres en una nueva final inolvidable contra Estados Unidos; 2013, bronce en el Eurobasket; 2015, nuevo oro en el Eurobasket; 2016, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro; 2017, medalla de bronce en el Eurobasket... y, en 2019, medalla asegurada en el Mundial de China 2019.

Dos décadas de puro vértigo, de puro baloncesto. Los años está claro que han pasado para todos. Ya no están Navarro, Felipe Reyes o Calderón; Jorge Garbajosa es el presidente de la FEB y Pau Gasol apura sus últimos años de baloncesto a sus 39 años.

También los entrenadores han cambiado. Aíto García Reneses comandó a España en los Juegos de 2008, Orenga sustituyó a Scariolo después de los Juegos de 2012, manteniéndose hasta 2015, año en el que Scariolo volvió al cargo.

Todo ello sin olvidar a los valientes que nos metieron en este Mundial de China: Xavi Rabaseda, Darío Brizuela, Jaime Fernández, Sebas Saiz, Fran Vázquez, Alberto Abalde... Algunos de ellos, como Javier Beirán o Quino Colom, están presentes en esta selección.

Un talento descomunal, un crecimiento del baloncesto incalculable... y una manera de jugar clara. Lucha, entrega, valor, inteligencia, supervivencia y compañerismo. Familia, como lo define la propia Federación. Una Familia que, independientemente de lo que pase en la final, ya ha hecho historia en China.