En el primer encuentro de Los Ángeles Lakers tras la muerte Kobe Bryant, lo menos importante fue el propio partido. 19.000 personas se congregaron en un un Staples Center repleto, que se atavió con miles de camisetas con el '8' y el '24' a la espalda en recuerdo a la leyenda de Filadelfia.

Nadie pudo contener las lágrimas en la previa del encuentro frente a los Portland Trail Blazers. Los homenajes y discursos se sucedieron en una estampa que brindó el penúltimo adiós a la leyenda de Los Ángeles Lakers y de la NBA.

En primer lugar, el cantante Usher interpretó la versión del tema "Amazing Grace" con las luces de la cancha apagadas, levantando al público de sus asientos y sacando las lágrimas del respetable ante tal emotivo momento.

Posteriormente, el chelista Ben Hong deleitó a los presentes con su violonchelo tocando la melodía de 'Hallelujah', a la vez que se reproducían las mejores imágenes y momentos de Kobe Bryant en las pantallas del Staples Center.

Con el público enmudecido y solo siendo capaz de espetar sollozos, secarse las lágrimas y no dejar de aplaudir como si de ello se tratase el sentido de la vida, sonó el himno de Estados Unidos y llegó el momento del discurso de Lebron, que difícilmente podía contener las lágrimas ante tal emoción.

"Mamba, fuera. Pero en nuestras palabras, no serás olvidado. Sigue viviendo, hermano", expresó James, que produjo la eclosión del público y una comunión única que brindó un indescriptible homenaje a Kobe Bryant.

Y es que, en nuestras mentes y corazones, Kobe sigue viviendo. Porque las leyendas no mueren, son eternas; nos inspiran, nos enseñan a ver la vida de otro color, nos impulsan a vencer y superar nuestros miedos para llegar al éxito. Y eso hizo Kobe durante su carrera, enseñarnos que nada es imposible y que en nuestro corazón y mente solo mandamos nosotros.

Con el público puesto en pie, las sillas donde se sentaban Kobe y su hija repletas de rosas, y una presentación unánime a todos los jugadores del conjunto californiano, el partido debía empezar, pero no sin antes realizar el penúltimo homenaje a la "Mamba Negra".

Las dos primeras posesiones se agotaron en honor y memoria a la leyenda, el mítico '8' y '24', el único, el ineludible, Kobe Bryant. Como se espetaba al inicio del texto, lo menos importante era el partido, que vencieron los Portland Trail Blazers, pero para la historia quedará la despedida a un mito no solo del baloncesto, sino del deporte mundial. Hasta luego, Kobe, entre nosotros nunca morirás.