"No podrás andar ni caminar". Así comenzó la historia de este norteamericano que, cuando era apenas un niño, le detectaron un transtorno espectro autista. Además de ser alucinante, esto es real.

2.10 de altura, pívot y el primer deportista con esta discapacidad que consigue una beca deportiva completa. Diferentes universidades le tantearon, pero Kalin eligió la Universidad de Kent por la lucha contra su enfermedad y su Iniciativa de Autismo para la Investigación.

Kalin Bennett quiere ser un espejo para los más jóvenes: "Quiero tener un impacto no solo en la cancha, sino también con los niños que están luchando con las mismas barreras que yo".

En la madrugada del miércoles al jueves, Kalin anotó sus dos primeros puntos en la NCAA, unido a dos rebotes y un tapón en la victoria de su equipo 97-58 ante la Universidad de Hiram.