Jokic es el nuevo rey del baloncesto mundial. El astro serbio fue el MVP de la final, y de nuevo su participación con 28 puntos, 16 rebotes y 4 asistencias sirvió para que Denver Nuggets obtuviera la victoria en el quinto partido (94-89) para cerrar una serie increíble de 4-1 para los Nuggets.

La franquicia de Denver ha conseguido el primera anillo de su historia. Los tópicos dicen que se merecían ser campeones de la NBA, y esta temporada demostraron desde el principio de la mano de su jugador más valioso que podían competir contra cualquiera.

Jokic impuso su ley desde el inicio de la temporada, y en los playoffs demostró que es un jugador llamado a marcar una época. En la temporada regular de la NBA, el serbio firmó la friolera de 1,690 puntos, 817 asistencias, 199 rebotes y un 38.3 por ciento en triples. Lo que supone un promedio de 24.5 puntos, 11.8 rebotes y 9.8 asistencias en 69 partidos.

Ya en los playoffs al hombre que le "dan igual los récords", porque son "solo una estadística" consiguió ser el primer jugador de la historia en conseguir un triple doble en la postemporada. Y no contento con ello, lo hizo hasta en tres de los cinco partidos contra Miami.

Un final agónico

El final del último partido ante Miami fue apasionante, ya que a falta de 17 segundos Butler, que hizo un gran último cuarto se la jugó con un triple que no entró. Denver supo sufrir y aumentó la ventaja hasta llegar a los 94 puntos. Miami Heat por su parte,

Un líder humilde

La humildad del serbio se aprecia cuando en la exhibición que dio en el tercer partido se restó méritos para dárselos a su compañero Christian Braun: "Nada más terminar le he dicho que nos ha ganado el partido". Su carácter es para destacar, ya que es un ejemplo de deportividad.

Eran los quintos playoffs para Jokic, y con su visión de juego, carácter dentro de la pista y decisiones acertadas en el momento oportuno por fin consiguió coronarse como campeón de la NBA.