Hay traspasos en la NBA en los que gana uno, en los que ganan los dos... y en los que todos pierden. Este último caso es, de momento, lo que se está viviendo en los Brooklyn Nets y en los Philadelphia Sixers con Ben Simmons y con James Harden. Ahora las críticas se las lleva el ex de los Rockets, que directamente desapareció ante los Heat.

Contra Miami, en el Wells Fargo, Harden se borró. No es que estuviera desacertado, es que prácticamente ni tiró. Con la eliminación de los Sixers a manos de los Heat, ya finalistas de la Conferencia Este, es él el gran señalado.

Hasta por sus propios compañeros. Y no por un compañero cualquiera, sino por Joel Embiid, el gran líder de la franquicia y sobre el que gira absolutamente todo el proyecto, de momento fallido, de los Sixers.

"Cuando fichamos a Harden todos esperábamos al James de Houston, pero ya no es él", cuenta.

Y luego lo deja claro: "Ahora es un creador de juego. A veces pensé, como todos nosotros, que podía haber sido más agresivo".

Ni una sola canasta anotó Harden en la segunda mitad contra los Heat, en un partido en el que los Sixers pecaron de falta de intensidad ante los de Miami. Jimmy Butler lideró a los de Florida.

Mientras, él se quedó con 11 puntos. Los mismos con los que terminó en los dos primeros cuartos. En cuanto a sus medias de 'playoff', los peores desde su llegada a Houston en 2012.

Ni 20 puntos de media, con poco más de un 40% en porcentaje de tiro. Lo peor no es que los fallase, es que ni los realizó. En el tercer y ya en el último cuarto buscó tan solo en dos ocasiones la canasta.